viernes, 24 de septiembre de 2010

la historia del ciclismo

La prueba deportiva a la que correspondió el honor de iniciar la era de las competiciones ciclistas fue el récord de la hora, establecido el 25 de marzo de 1876 por el inglés Dodds, en Cambridge, con un recorrido de 25,598km.
Naturalmente, que estas primeras sociedades dedicadas a cultivar el ciclismo, así como las pruebas, no tuvieron la bicicleta, sino el biciclo. Al llegar al año 1889, en Francia, se adopta la definitiva bicicleta en pruebas deportivas, y con ello, el abandono del biciclo.
 

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La prueba deportiva a la que correspondió el honor de iniciar la era de las competiciones ciclistas fue el récord de la hora, establecido el 25 de marzo de 1876 por el inglés Dodds, en Cambridge, con un recorrido de 25,598km. Naturalmente, que estas primeras sociedades dedicadas a cultivar el ciclismo, así como las pruebas, no tuvieron la bicicleta, sino el biciclo. Al llegar al año 1889, en Francia, se adopta la definitiva bicicleta en pruebas deportivas, y con ello, el abandono del biciclo.
En 1893, se disputó en Nueva York la primera prueba de fondo en pista, en el Madison Square Garden, fue individual y con una sola clasificación final; el vencedor, Schock, corrió ininterrumpidamente cubriendo una distancia de 2575km. Sucesivamente, fue aumentando el número de kilómetros recorridos. El inhumano espectáculo de la fatiga de los corredores provocó vigorosas campañas de prensa, hasta que en 1899, se comenzaron a correr los Seis Días por el sistema de parejas con relevo libre. La primera prueba de este género disputada en Europa fue en Berlín, en 1909.
En cuanto a las Olimpíadas, acogieron al ciclismo desde los primeros juegos contemporáneos (Atenas 1896); sólo ciclistas aficionados pueden participar en esa clase de pruebas, por eso los más famosos corredores mundiales no son precisamente vencedores olímpicos.



El ciclismo, al mismo tiempo que ha evolucionado históricamente, ha experimentado profundas alteraciones en sus aspectos técnico y táctico. El espíritu individual que informó las carreras y hazañas de días pasados, se ha ido perdiendo poco a poco a través de los años; la lucha de hombre contra hombre se ha visto reemplazada por la batalla entre equipos. Cuando las grandes marcas iniciaron su rivalidad sobre las rutas, surgió esta modalidad ante la que se inclinan los ciclistas, obligados por las circunstancias, la conveniencia y la dureza de las pruebas; además de su propio esfuerzo, necesitan la ayuda de los demás para ganar.
Los avances técnicos logrados por las bicicletas ayudan al valor físico del corredor; el estilo, la táctica y las alianzas tienen más importancia que la fuerza física, claro está, dentro de un límite mínimo de potencial humano siempre necesario para dedicarse al ciclismo de competición.
Las mejores carreteras, las máquinas más livianas, el cambio de marchas, con los distintos desarrollos que permiten al corredor acoplar su golpe de pedal a las diversas características del recorrido, todo ha venido a quitar importancia a una serie de factores humanos decisivos en otros tiempos. Pero los campeones siguen siendo unos atletas de excepción, y el hecho de que la técnica moderna haya impuesto nuevos sistemas en el cultivo del ciclismo como deporte no disminuye la grandeza de sus hazañas.

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